Comúnmente, los especialistas en derecho civil se ocupan de una amplia gama de temas, incluidos los arrendamientos de espacios tanto para viviendas como para fines comerciales, la creación y gestión de contratos, la resolución de disputas derivadas de accidentes, así como la gestión de compensaciones y demandas.
Aunque los asuntos relacionados con divorcios y relaciones familiares son frecuentemente atendidos por profesionales del derecho familiar, los abogados civiles también pueden asumir estos casos, abordando cuestiones como la distribución de la manutención y el soporte a cuidadores. Además, tratan casos de responsabilidad tanto civil como profesional, defensa de los derechos de consumidores y usuarios, situaciones de incapacidad legal, procesos de desalojo y problemas relacionados con la ocupación ilegal, así como la gestión de propiedades compartidas y copropiedades.
Asimismo, están capacitados para intervenir en demandas por daño moral, perjuicios económicos directos y reclamaciones por pérdida de beneficios, cubriendo así un espectro aún más amplio de las necesidades legales.